sábado, julio 05, 2008

Ministrar el Quebranto


Cuando una persona está dominada por la potestad del quebranto está decaída, tiene desaliento, le faltan las fuerza, tiene aflicción, pena o dolor muy grande, sufre una pérdida o daño muy grandes, por otra parte el quebranto se refleja en el semblante caído.

El quebranto viene a la persona cuando se quebranta algo, ya sea un acuerdo, unión o pacto.

Cuando se quebranta ese algo:

- se rompe,
- se separa con violencia,
- se estropea como con golpes,
- se abre o se raja sin dividirlo del todo,
- se reduce en fragmentos pequeños, sin triturarse,
- se profana algo sagrado o algo seguro.
- se traspasa, se viola la ley, la palabra o alguna obligación

Por otra parte, se quebranta también cuando forzamos, rompemos o cuando vencemos alguna dificultad o algún impedimento para lograr la libertad.

Aquí tenemos dos tipos de quebrantamiento y es que cuando el pacto que se está rompiendo es con el enemigo de la humanidad, es para libertad, pero al igual causa quebranto, por ello es que necesitamos la sangre de Cristo para romper ese tipo de pactos, a fin de salir con victoria y vencer el quebranto.

Una de las causas del quebranto es el rechazo, la persona se siente desechada y el quebranto en su estado máximo llega a ser tribulación, que es congoja, tormento o aflicción moral, es así mismo, persecución y adversidad.

Se puede nacer con rechazo generacional o tenerlo desde el vientre de la madre. Cuando al bebe no se le sana de rechazo, en la adolescencia aumenta a menosprecio y si no se sana o ministra en esta etapa, en la madurez se convierte en repudio.

El repudio es una potestad que tiene la facultad de causar rechazo y particularmente rechazo a la mujer propia, así la mujer se rechaza por ser mujer considerando de más valor al varón y el varón que tiene repudio cuando se conecta con el repudio que trae la mujer , al hacerla suya, su acción será de rechazo intenso.

La persona que tiene rechazo, maneja personalidades múltiples con el fin de ser aceptada, es decir, actúa y habla conforme ella sabe que la otra persona no la rechazará y así cambia con cada persona que se relaciona.

Nuestro espíritu también se quebranta por la perversidad con que hablamos y/o hablan otros (Proverbios 15:4). Cuando hay necedad se afecta o quebranta el corazón (Nehemías 2:2).

Donde hay altivez, soberbia u orgullo hay quebranto (proverbios 16:18) no hay Di-os en ninguno de sus pensamientos (Salmo 10:4).

Donde hay manifestaciones de protesta hay quebranto (Job 38:15).

El quebranto se manifiesta en clamor (Jeremías 48: 5).

Por otra parte, la Palabra dice que somos lámpara de luz de Di-os y si no es así hay tinieblas y para quitarlas Él permite la tribulación para que haya quebranto y sean quitadas.

Vemos que el Padre es el que envía maldición y quebranto en Deuteronomio 28:19 y Él es el que quebranta a las personas en Jueces 4:15, pero en 2 Samuel 22:18 es el apoyo en el día de tu quebranto.

En Crónicas 15:13 Di-os es quien quebranta por que no le buscamos según su ordenanza. En el salmo 105:10 dice que Di-os quebranta todo sustento de pan y trae hambre sobre la tierra. En Isaias 14:5 Quebrantó Jehová el báculo de los impíos, el cetro de los señores; y en Isaías 21:9 … y todos los ídolos de sus dioses quebrantó en tierra.

El Señor permite el quebranto o la tribulación para que el hombre aprenda a separar lo bueno de lo malo y ese quebranto hay que discernirlo para bien.

El Creador puso en nosotros prosperidad, inteligencia, etc., pero cuando llegas a Cristo todo en lo que nos fortalecíamos en el mundo Él lo quebranta para que nuestra fortaleza sea Él. Hay un quebranto que sirve para quitar la falsa felicidad (ej. Quita el dinero, si eso es nuestra base de la felicidad).

Cristo mismo fue experimentado en quebranto en Isaías 53:1 dice acerca de Él “Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos”. Entonces a veces el quebranto es necesario, para que reaccionemos hacia donde estamos caminando.



La Manifestación del Quebranto en el Alma.

Cuando el quebranto está en el alma, el alma está quebrada y se fractura la fe, el amor y la esperanza.

Otra característica es que se pierde el interés por la causa que causo el rechazo, escuelas, trabajo, deporte, amigos, relaciones, etc.

Cuando se presenta una circunstancia que nos recuerda algo que nos lacera el alma, nos volvemos a religar y no basta perdonar, si no hay que sanar a la persona.

El reconocimiento evita el rechazo y cuando no lo hubo se quebró el corazón y cada vez que se relaciona algo con el hecho, entonces no puede la persona reaccionar como Di-os quiere.

El quebranto del alma es la simpleza, no tener paz en ningún lugar y no tener contentamiento.

Cuando hay Quebranto de muerte, la persona es olvidadiza, no aprende.

A veces rechazamos a las personas y las dañamos y nos dañamos y nos ligamos con esa persona, pero rechazamos a esa persona porque nos conectamos a ella con su daño, que es nuestro mismo daño, lo que vemos en ella es algo que nos recuerda algo de nosotros que no nos gusta.


Ministración

1) Al advenedizo o sea al gentil convertido al cristianismo, hay que aplicarle la adopción porque él es contado como nada, y hay que establecer los derechos del hijo, de esposo, de ciudadano, heredero, coheredero y miembro de la familia de Elohim.

2) El quebranto y el rechazo o en su caso el repudio se van venciendo conforme la persona se arrepiente y debe de orar por otros para evitar la tribulación, por otra parte los que se niegan a la liberación a través de la ministración se exponen a la tribulación.

3) La persona debe declarar bendiciones sobre sus hijos y otras personas.

4) Como el rechazo echa abajo a la persona, hay que levantarla y se debe cancelar la vergüenza, la indignación y el oprobio.

5) Se debe quitar con el salmo 129 la mayor parte del quebranto que está en la espalda.

6) El rechazo quita la fuerza, hay que pedir perdón a la persona por tanto rechazo y ella a su vez debe pedir perdón a las que ha rechazado.

7) Hay que pedir perdón a la naturaleza que hemos rechazado ya que hemos provocado repudio en la naturaleza.

8) Si hay alguien expulsado hay que calificar.

9) Retractarse de la palabra inútil y pedir perdón, hay que restaurar toda palabra degradante.

10) Si el rechazo es del padre afecta el corazón, si es de la madre afecta el alma y ambos rechazos afectan el espíritu.

11) La palabra inútil se clava como espina y hay que arrancarla, si está en el espíritu hay que hablarle con autoridad, si es en el alma hay que hablar suave.

12) Hay que orar correctamente, cancelando y expulsando el quebranto, dependiendo de lo que hay en la persona.

Sí el quebranto alcanzo la mente hay tensión
Sí alcanzó el alma hay depresión
Sí alcanzo el corazón hay prisión
Sí alcanzó el espíritu hay opresión

13) Hay que pedir perdón por

El Pecado de quebranto (quebranto de alma)
Ofensa de quebranto (quebranto de corazón)
Agravio de quebranto (quebranto de mente)
Maldad de quebranto (quebranto de espíritu)

14) El rechazo se siente en el pecho y la garganta y el quebranto se mete en los huesos (ver Lamentaciones 3:4) y en lo natural causa dolor en los huesos, de ahí es de donde hay que sacarlos; rechazo de pecho y garganta; quebranto de los huesos.


Todo ello se decreta o se cancela en nombre de Yeshua HaMashiaj (Jesús el Mesías o Jesús de Nazaret).

Hechos 19:13 al 16 dice “Pero algunos judíos que andaban por las calles expulsando de la gente espíritus malignos, quisieron usar para ello el nombre del Señor Jesús; así que decían a los espíritus: “¡En el nombre de Jesús, a quien Pablo anuncia, les ordeno que salgan!” 14Esto es lo que hacían los siete hijos de un judío llamado Esceva, que era un jefe de los sacerdotes. 15Pero en cierta ocasión el espíritu maligno les contestó: “Conozco a Jesús, y sé quién es Pablo; pero ustedes, ¿quiénes son?” 16Al mismo tiempo, el hombre que tenía el espíritu maligno se lanzó sobre ellos, y con gran fuerza los dominó a todos, maltratándolos con tanta violencia que huyeron de la casa desnudos y heridos”.

Es muy importante recordar que la Palabra de Elohim es de doble filo y lo que ministro a otro, también me lo ministro, por ello es importantísimo para ministrar vida y no muerte el haber vencido lo que va a ministrar.

Bendiciones

Enseñanzas de Rosita Mendiola, quien duerme en Adonai