sábado, marzo 16, 2024

Y sin embargo no es Di-os es Elohim


Hablando de quitarnos las viejas ataduras, es importante aclarar que el concepto que tenemos del Todopoderoso es un poco diferente del que tenía Yeshua HaMashiaj.

Esta diferencia radica principalmente en las malas traducciones que se han realizado de la Palabra Elohim y por ende nos han privado del verdadero conocimiento.

Los mesiánicos y aun los israelitas comprenden mejor estas diferencias y a través de múltiples escritos han tratado de explicárnoslas.

La forma más común en Castellano de referirnos a Él es con la palabra dios, escribiéndola con mayúscula para distinguirlo de dioses falsos, 
con ella lo identificamos y por costumbre lo nombramos Dios, pero el significado de Dios es muy diferente al de la palabra Elohim que es la palabra hebrea que se han traducido comúnmente como "Dios".

Dios o God significan Ser supremo, Deidad o sea ser divino o esencia divina. Y la palabra divino tiene su origen latino con la palabra divinus relacionada originalmente con deus y del griego Theós, esto es Zeus. (pag.38 de El Código Real de D.A. Hayyim)


En wikipedia podemos corroborarlo.

En Castellano, al igual que en las otras lenguas romances, la palabra «dios» viene directamente del latín deus, ‘deidad, dios’.
Como curiosidad, podemos decir que es idéntica en pronunciación al griego Διός (diós), forma genitiva de Zeus (nombre del dios principal de los griegos). Incluso algunos filólogos consideran que la palabra latina deus proviene del griego Ζέυς (Zeus); aunque también es muy plausible que sea una simple variación fonética de θεός (theós), que significa igualmente ‘deidad, dios’. En lenguas precolombinas, teotl significa dios, este término también es similar a deus.


Porcentajes de creencia en Dios en Europa.
El latín deus, en otras lenguas romances, derivó en deus (gallego y portugés), dieu (francés), dio (italiano) y déu (catalán).
Hay una serie de nombres de Dios en las lenguas indoeuropeas que se interpretan como derivadas de una única forma original, protoindoeuropeaDyeus. Éste habría sido el nombre del dios dominante del panteón protoindoeuropeo. Encontramos una forma próxima a la original en el sánscrito antiguo: deiw-os. El nombre aparece sistemáticamente asociado en la mayoría de los casos a p’ter, que significa padre. En el sánscrito tardío esta forma ha evolucionado a Dyaus Pitar. Entre las diversas derivaciones tenemos el griego Zeus Pater cuya forma latinizada es Iu Piter (Júpiter), y también la expresión latina tardía, nuevamente derivada del griego, Deus Pater, que en español evoluciona a ‘Dios Padre’. En las lenguas germánicas la palabra para designar a Dios tiene la raíz got-, de donde vienen god (inglés) o gott (alemán). De esta misma raíz podría derivarse el nombre del pueblo godo. El origen de la palabra got es muy antiguo, y no se extiende hacia ninguna otra familia indoeuropea con excepcion de la irania. Así en persa moderno se dice joda (خدا), y en kurdo, xhwedê. La raíz se origina del segundo participio sustantivado del indogermánico *ghuto-m, de la raíz verbal *ghau (‘llamar, hacer una llamada, invocar’). De esta manera, Dios sería ‘el ser llamado’, ‘el ser invocado’.

Debemos darnos cuenta de que el Imperio Romano, al formar la religión Católica Apostólica y Romana “cristiana” lo único que hizo fue lo mismo de siempre, adaptar los dioses viejos y transformarlos para sustituir a los nuevos. La religión romana era incluyente y adoptaba cuanto dios se le ponía en frente, pero el mayor de ellos era Júpiter (Zeus) y al traducir Elohim como Di-os le dieron la identidad de Zeus y no de YHWH. (Pronúnciese HaShem en hebreo que significa el Nombre).

La palabra hebrea Elohim es el plural de Eloah y esta última significa “Poder” por lo que su plural es "Poderes" Elohim es una referencia al Eterno. Por lo tanto Elohim no tiene nada que ver con divinidad, sino con la multiplicidad del poder.

Así mismo, a los falsos dioses en las Escrituras las llaman “elohim ajarim” con el fin de diferenciarlas de Elohim.

Elohim ha puesto en cada humano un pensamiento hacia Él, para que a través del pensamiento lo concibamos, por ello es que a muchos humanos, a estas alturas les comienza a chocar la idea de que Elohim sea un ser que podemos reducir en una figura de piedra o en la imagen de un hombre viejo y sabio.

D. A. Hayyim nos explica que Elohim es más un titulo para identificar la autoridad y el dominio y que cuando se refiere a Él es como el Eterno, el Padre, el Juez, Amo, Dueño, Gobernante. Por lo tanto es muy diferente clamar ¡mi Elohim! A clamar ¡mi Di-os! Que tiene su origen pagano.

Aun así es muy, pero muy difícil de pronto quitar de nuestro lenguaje la palabra Di-os y por ello es que la escribimos con un guión en medio para romper su raíz pagana, sin embargo Elohim es maravillosamente más correcto.

La diferencia la puede ver y sentir Usted mismo.

Al exclamar ¡mi Di-os! significa:

¡mi ser supremo!
¡mi deidad!
¡mi ser divino!
¡mi deus!
¡mi zeus!


Al exclamar ¡mi Elohim! significa:

¡mi Padre!
¡mi Eterno!
¡mi Juez!
¡mi Amo!
¡mi Dueño!
¡mi Gobernante!
¡mi Plenitud!
¡mi Poder!
¡mi Autoridad!
¡mi Dominio!
¡mi Multiplicidad!


Aun así en nuestro cerebro suena más fuerte ¡mi Di-os! o ¡my God! que ¡mi Elohim! y es muy comprensible dado lo arraigado que está en nuestras costumbres.

Dios-Zeus , Theós o en las lenguas teutónicas, Tiu, de donde viene Tuesday, en ingles traducido como martes o día de Tiu, es decir Júpiter o Zeus, también conocido como Janus y perpetuado en January (enero) el dios de las dos caras. (Cita tomada de El Codigo Real de D.A. Hayyim).

Así el Imperio Romano en su afán de perpetuar a su dios, ayudo a camuflagear a Zeus y así ha permanecido en el lenguaje diario de todos los humanos, aún cristianos y judíos.

Entiendo la dificultad que conlleva el aceptar este conocimiento y renunciar definitivamente a la costumbre de concebirlo a Él a través de la palabra Di-os, es como nadar en contra de la corriente de agua, es muy pesado, cansado y debe ser una labor continua y sin embargo en muchos casos para proporcionar el impacto necesario en las enseñanzas, debemos recurrir a la palabra dominante “Di-os” y sobre todo como dice Pablo, siempre que sea para edificación, no importa como se le nombre, pues ningún nombre es en realidad el que le describa. 

Haciendo una semejanza al caso de Galileo Galilei que se tuvo que enfrentar a la Iglesia Católica Apostólica y Romana y es condenado por sus descubrimientos científicos, al final no es ejecutado gracias a que acepta públicamente que está equivocado y que la tierra es el centro del universo, y que no se mueve alrededor del sol, algunos testigos afirman que pese a este arrepentimiento público, Galileo murmura al final de su juicio las palabras que significan y sin embargo se mueve.

Así a pesar de la fortaleza de la ligadura de la palabra Di-os y a pesar de que va a ser muy difícil que todos acepten la verdad, no me queda más que decir y sin embargo no es Di-os es Elohim.

Bendiciones