sábado, agosto 30, 2008

El Vientre de la Mujer, el Lugar más Peligroso para un Bebe


Cada vez más, aumentan los países del mundo en los que el vientre de la mujer es el lugar legal más peligroso para los bebes.

Esto es algo que mi esposo me hizo comprender y siento gran dolor en mi alma, dolor que siento con gran indignación subir hasta mi garganta, al concebir con cuanta injusticia y sangre por tanto infanticidio se cubrirá la Ciudad de México que se une a esta atrocidad al legalizar el aborto.

¡No basta matar bebes, además es gratis!

Con esto se demuestra el tipo de sociedad que prevalece en esta ciudad y se revela el tipo de partido de izquierda que ha tomado el control de la misma, el cual su única función es ser un partido anti-Di-os al legalizar el asesinato legal de cachorros humanos, mejor conocidos como bebes, entre otras abominaciones, estableciendo la legalidad de lo malo y así cumpliendo las Escrituras donde dice que en el fin de los tiempos lo bueno será malo y lo malo será bueno.

Isaías 5:20 ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!

El pretexto de la legalización del aborto es que las mujeres de todas formas abortan y exponen sus vidas; entonces por lógica, cómo también el ladrón de bancos expone su vida y al ser el robo un delito menor comparado con el infanticidio ¿no sería justo legalizar el robo de bancos? pues no, porque los afectados tienen voz y muchas influencias, pero nadie escucha la voz del bebe gritando mientras es arrancado de la “protección” del vientre materno, nadie escucha sus desgarradores gritos mientras es despedazado para arrancarle la vida.

El enemigo engañará a muchos y aun a los escogidos, si puede, ya que es un gran engaño para una joven de cualquier edad, el decirle que el aborto es legal y que no pasa nada, claro que pasa.

Cuan doloroso es la pérdida de un hijo para una mujer y un hombre que desean un hijo a quien amar, se sienten desolados ante tal pérdida, la herida llega hasta el alma aun sea de 4 semanas de gestación, mucho más cuando es de 8 o 12 semanas de gestación, porque la vida se siente desde dentro, los cambios hormonales, la mujer los puede detectar desde un principio, cambios que ocurren con el único fin de poner en funcionamiento todos los sistemas del cuerpo de la madre para dar vida a un pequeño hijo.

El dolor de la pérdida puede durar años y es más que sabido entre las mujeres que se han practicado un aborto voluntario cuan dañada queda su mente, su alma y su espíritu y quedan severamente traumatizadas, al menos en la mayoría de los casos.

La mujer sabe que el valor de esa vida que lleva adentro existe desde el primer momento y ¿Quiénes somos las mujeres para tener el poder de la decisión de la vida y de la muerte? Aun cuando esa vida esté dentro de nosotras mismas, aun sea en nuestro cuerpo, NO NOS PERTENECE ESA VIDA.

Los valores morales y la educación sexual son la verdadera solución, pero en Sodoma y Gomorra eso no importa.

Es importante reconocer que esto también ocurre, porque:

Ezequiel 22: 29El pueblo de la tierra usaba de opresión y cometía robo, al afligido y menesteroso hacía violencia, y al extranjero oprimía sin derecho. 30Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé. 31Por tanto, derramé sobre ellos mi ira; con el ardor de mi ira los consumí; hice volver el camino de ellos sobre su propia cabeza, dice HaShem Adonai.

Por tanto, hermanos hay que ir a la brecha delante de Adonai y hay que formar un vallado con nuestras oraciones y tal vez, su oración salve a un niño en el vientre de su madre.

domingo, agosto 24, 2008

¡Hombre ama, Mujer respeta!


No cabe duda que Adonai conoce a su creación y sabe que en el hombre el sentimiento de amor hacia la mujer es difícil de arraigar y es por ello que le ordena amar a su mujer y a la mujer que no le cuesta tanto trabajo amar, pero que le cuesta mucho trabajo respetar, es a ella que le ordena respetar a su marido.

Es muy importante recordar que en las cosas de Adonai todo es conforme a un orden y es al hombre al que primeramente le da la orden de amar a su mujer y después a la mujer la orden de respetarlo.


Y esto casi es una ciencia exacta, ya que si la mujer tiene el amor necesario puede sin ningún problema respetar a su marido, entendiendo que el respeto es la veneración y el acatamiento, esto es el aceptar con sumisión su autoridad y normas; atendiendo a su marido con miramiento, consideración y deferencia.


En estos tiempos modernos es casi un insulto que una mujer conciba en su mente el someterse a su marido, pero una mujer con el Espiritu de Santidad si lo concibe, siempre y cuando el hombre cumpla primeramente el mandato de amarla y ¡de qué manera!, pues dicen las Escrituras que debe amarla como Cristo ama a la iglesia, ¡imagínese! De qué manera ama Cristo a la iglesia que dio hasta su vida por ella.

Efesios 5:28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. 29Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, 30porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. 31Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. 32Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia. 33 “Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido”.

Y aunque el hombre o la mujer quisiera no puede funcionar si no es así, primero el hombre debe amar a su mujer y solo entonces ella podrá respetarlo y someterse sin sentirse infeliz por ello y sólo un incrédulo no creería que esto es así, pero igualmente si a pesar del amor del marido, la mujer no lo respeta, entonces se trata de una incrédula y es por eso que Pablo dice en:

1 Corintios 7:12 al 15 “Y a los demás yo digo, no Adonai: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone. 13Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone. 14Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos. 15Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Elohim.

Bendiciones


jueves, agosto 14, 2008

¿Dónde está el hogar?

Nos pasamos la vida buscando un hogar, tratando de formar uno y darles un hogar a nuestros hijos.

Pero ¿quien realmente sabe que es un hogar? ¿Por qué, cuando la pareja se casa y esperan tener un hogar, sienten que no lo logran, por más que trabajan incesantemente y compran las mejores cosas y la casa de sus sueños? ¿Por qué aun sienten ese vacío? ¿Dónde está el hogar? Me refiero al verdadero.

El hogar está en donde se hace la lumbre de la cocina o de la chimenea, es el lugar en donde se cocina el alimento de la familia, está donde la comida es preparada con esmero y cariño para reunir a todos en la casa o en el domicilio donde habitan. Ese es el verdadero hogar y si este lugar es descuidado por cualquier miembro de la familia, entonces no hay o no se disfruta el hogar.

Si es el padre el que lo descuida, las consecuencias son graves, porque todos se van a ver afectados, la madre no tendrá los alimentos que cocinar y tendrá que salir de casa en busca de ellos y los hijos no tendrán un hogar ya que aunque la madre venga y les cocine, ella estará angustiada, cansada y fastidiada y los hijos estarán inseguros del porvenir. Ese padre, ese hombre, a donde vaya, como consecuencia vivirá sin confianza y con miedo. Job 18:14 “De la confianza de su hogar es arrancado y es conducido al rey de los espantos”.

Si es la madre la que descuida el hogar, el dinero que traiga el padre, no alcanzará nunca y no habrá hogar, porque la proporción de los alimentos será inadecuada, el padre sabrá que sus esfuerzos no son valorados o sentirá que son insuficientes y los hijos crecerán con un sentimiento de desamparo, nada importa y a la mujer floja no le irá bien. Rut 3:1 “Un día le dijo su suegra Noemí: -Hija mía ¿no debo buscarte un hogar para que te vaya bien?

Si son los hijos los que descuidan, no asisten y no colaboran en el hogar, el daño principal se lo hacen a sí mismos, porque aunque la bendición del hogar está ahí, ellos lo desprecian y se sienten vacíos, ávidos de un hogar que buscan fuera de casa y cuando formen su propia familia no sabrán como formar un hogar. Job 18:15 “en su hogar mora como si no fuera suyo; piedra de azufre es esparcida en su morada”.
El hombre o la mujer sin hogar no tendrán paz, Proverbios 27:8 “Cual ave errante lejos de su nido es el hombre errante lejos de su hogar”.

Se puede pensar “bueno si no lo hice bien esta vez, lo voy a intentar nuevamente y voy a formar otra familia”. Al hacer esto se pierde la dignidad y lo único que encontrarán es lo que dice Judas 6 “ y a los que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propio hogar, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día”.

Un día mí muy amada hermana y maestra en Cristo, Rosita Mendiola, me enseño que todo eso sucede por la carencia tan grande que tenemos del Espíritu de Santidad. Aquel padre, madre o hijo que descuida el hogar es porque no tiene al Espíritu de Santidad con él o con ella.

Es el amor del Espíritu de Santidad el que hace que el padre trabaje, provea e incluso cocine para su familia, es ese amor que hace volver los corazones de los padres hacia los hijos y el de los hijos hacia los padres el que hace que la mujer cocine, trabaje e incluso provea para sus hijos y esposo, si tiene ayuda que bendición, pero aun así no descuida la cocina.

La difundida opinión de que la mujer no trabaja para traer dinero al hogar, es sólo heredada de una interpretación machista de las Escrituras. Consulte Proverbios 31:10 al 31 el elogio a la mujer virtuosa, donde dice que además de dar la comida a su familia y a sus criadas, atiende sus negocios y vende lo que produce.

La sociedad puede decir que es una obligación que los padres deben cumplir, tal vez, pero con el Espíritu de Santidad en nuestras vidas deja de serlo para convertirse en una forma de vida, en un placer, en amor al hogar y a la vida en familia, en gozo, en un hogar.

Bendiciones