domingo, octubre 12, 2008

Lo que nos aleja de Di-os

Mateo 7: 21 dice "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.

Que interesante es la respuesta que dará a algunos nuestro Mesías Yeshua “Nunca os conocí …”.

La palabra conocer significa utilizar el intelecto para inquirir, indagar, averiguar y examinar cuidadosamente la verdad hasta descubrirla acerca de las cualidades, naturaleza y relaciones de algo en particular; en este caso que nos ocupa, acerca de Di-os, por otra parte es tener la idea muy clara y saber a la perfección acerca de ese algo, o sea acerca de Di-os, en lo humanamente posible. Otra acepción de la palabra conocer es: confesar los delitos y pecados y por último es mostrar agradecimiento.

En conclusión lo que principalmente nos aleja de Di-os es la ignorancia acerca de Él.

Esto lo vemos todos los días, ya que por increíble que parezca, la mayoría de los católicos romanos y los cristianos de diversas denominaciones, ignoran incluso que Jesucristo es judío o israelí de la tribu de Judá y se sorprenden cuando se enteran que al nacer no tenía los ojos azules y el pelo rubio como el de las estampas y las películas de Holliwood; desconocen cómo el cristianismo no era cosa aparte del judaísmo, si no que nació de sus raíces más profundas y hasta se sorprenden al saber que Cristo no está muerto, que está vivo, por ello es que necesitan ayuda de otros tantos ídolos y hasta los dirigentes no creen en Él, demostrándolo así un Papa de la iglesia Romana que dijo “que buen negocio nos resultó este mito de Cristo” y así otros tantos pastores de iglesias cristianas que se han aprendido la retórica y el show, pero que han escandalizado al mundo con sus perversiones y enriquecimiento de sus arcas.

Simplemente la mayoría no piensa siquiera en ello y sólo dan por contado muchas cosas, por ende, el mayor abismo entre Nuestro Señor y cada uno de nosotros es la ignorancia acerca de Él y ¿cómo vamos a conocerlo si la mayoría de las cosas las aceptamos sin averiguar nada? La mayoría de los creyentes no leen y mucho menos estudian las Sagradas Escrituras o la historia del mundo para comprender nuestro presente y se siguen conformando con aceptar las interpretaciones de otros, sin importar que tan viejas y absurdas sean, y eso ya no es ignorancia, si no pereza para las cosas de Di-os y falta de entendimiento.

Por lo tanto, al abismo que nos separa de Di-os podemos agregarle además de ignorancia, la pereza y la falta de entendimiento o sea la necedad.

Para conocer a nuestro Adonai, no basta ser profeta, pastor, maestro o incluso tener grandes dones, si se sigue predicando con la vieja doctrina torcida de siglos de manipulación y corrupción.

Y es precisamente cuando se es servidor de Di-os que se corre más peligro, ya que se cree que se está muy cerca de Él sólo por el hecho de ser pastor, maestro, profeta o tener algún cargo en la iglesia y ¡oh que gran equivocación!

Si los que nos llamamos cristianos no estamos dispuestos a vencer en nosotros mismos la pereza y la necedad hacia las cosas de Di-os y con ello la ignorancia, no importa que acudamos a miles de convenciones, conciertos y cultos dominicales, ya que por nuestros propios deseos no abrimos la biblia en secreto para conocer en lo intimo a nuestro Señor y simplemente somos como dice Job 42: 5 “de oídas te había oído”.

Bendiciones