domingo, agosto 24, 2008

¡Hombre ama, Mujer respeta!


No cabe duda que Adonai conoce a su creación y sabe que en el hombre el sentimiento de amor hacia la mujer es difícil de arraigar y es por ello que le ordena amar a su mujer y a la mujer que no le cuesta tanto trabajo amar, pero que le cuesta mucho trabajo respetar, es a ella que le ordena respetar a su marido.

Es muy importante recordar que en las cosas de Adonai todo es conforme a un orden y es al hombre al que primeramente le da la orden de amar a su mujer y después a la mujer la orden de respetarlo.


Y esto casi es una ciencia exacta, ya que si la mujer tiene el amor necesario puede sin ningún problema respetar a su marido, entendiendo que el respeto es la veneración y el acatamiento, esto es el aceptar con sumisión su autoridad y normas; atendiendo a su marido con miramiento, consideración y deferencia.


En estos tiempos modernos es casi un insulto que una mujer conciba en su mente el someterse a su marido, pero una mujer con el Espiritu de Santidad si lo concibe, siempre y cuando el hombre cumpla primeramente el mandato de amarla y ¡de qué manera!, pues dicen las Escrituras que debe amarla como Cristo ama a la iglesia, ¡imagínese! De qué manera ama Cristo a la iglesia que dio hasta su vida por ella.

Efesios 5:28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. 29Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, 30porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. 31Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. 32Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia. 33 “Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido”.

Y aunque el hombre o la mujer quisiera no puede funcionar si no es así, primero el hombre debe amar a su mujer y solo entonces ella podrá respetarlo y someterse sin sentirse infeliz por ello y sólo un incrédulo no creería que esto es así, pero igualmente si a pesar del amor del marido, la mujer no lo respeta, entonces se trata de una incrédula y es por eso que Pablo dice en:

1 Corintios 7:12 al 15 “Y a los demás yo digo, no Adonai: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone. 13Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone. 14Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos. 15Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Elohim.

Bendiciones


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